DIC 2013 - Uruguay deberá discutir métodos de extracción de petróleo y gas

La Junta Departamental de Paysandú ya se pronunció en contra, mientras Ancap planea explorar.

 

En el mundo surgen nuevas potencias petroleras y de gas aplicando el sistema de fractura hidráulica de rocas, al mismo tiempo que se advierte sobre sus potenciales impactos ambientales.

Las primeras muestras de hallazgos de hidrocarburos en el territorio nacional, apuntan a la existencia de yacimientos de esquitos, aunque aún no se sabe si será rentable explotarlos.

En un mapa sobre reservas estimadas de gas de esquitos de la Administración de Información de Energía (EIA) de Estados Unidos, Brasil y Argentina aparecen con 6.400 y 21.900 millones de metros cúbicos respectivamente, y una parte de la “mancha” de Brasil se extiende a casi todo el norte del territorio uruguayo.

Sin embargo, las estimaciones avanzadas por la EIA descansan en los hidrocarburos existentes a priori en el subsuelo, en función de la geología, y no sobre los que serían recuperables a un precio aceptable. El nivel recuperable, según los más optimistas, rondaría como máximo el 10%.

Advertencias

Al asumir, a mediados de octubre, la presidencia de Ancap, José Coya se comprometió a continuar la transformación de la empresa para “el escenario posible de que Uruguay tenga petróleo y gas”.

El anterior presidente de Ancap, Raúl Sendic, advirtió que Uruguay debe darse una discusión sobre la explotación de los esquitos, debido a los cuestionamientos ambientales al proceso de explotación conocido como “fracking”.

La semana pasada, la Junta Departamental de Paysandú aprobó una moción para prohibir el “fracking” en el departamento. La decisión, que no es determinante ya que no le corresponde a la Junta definir los sistemas productivos que se desarrollen en el país, tiene el mérito de ser una llamada de alerta y que advierte que la alternativa de producir petróleo o gas por ese sistema, despierta muchas dudas.

Ancap ya reservó zonas de ese departamento para ampliar la exploración de hidrocarburos que viene realizando en Salto.

Además de Ancap, empresas extranjeras exploran en el país, y una de las posibilidades es encontrar rocas generadoras, que obligarían a usar ese sistema de producción.

El sistema de gas o petróleo por esquitos se extrae fracturando la roca con presión de agua para que el líquido o gas filtre. Esta forma de explotar gas o petróleo consume millones de litros de agua, además se inyectan toneladas de químicos. Hay sospecha de que la fractura de las rocas provoca microsismos de hasta 4 grados en la escala richter. Otros analistas consideran que la abundancia de recursos petroleros desestimularía la búsqueda de soluciones sostenibles para el futuro.

El sistema es conocido desde hace algunos años, y solo se comenzó a utilizar cuando comenzó a ser rentable (con un precio del barril de petróleo superior a los 100 dólares), o por decisión de algunos países de independizarse de la importación de petróleo.

Canadá primero y Estados Unidos ahora, son los países que más han desarrollado esta técnica, al punto que hoy Estados Unidos produce más petróleo local de lo que importa.

Entre 2005 y 2012, la producción de gas ha aumentado en Estados Unidos un 33%, y la de petróleo, un 28%.

El pasado año, este boom ha permitido la creación de 2,1 millones de empleos (incluyendo los indirectos), ha generado 75.000 millones de dólares de ingresos fiscales y ha aumentado la renta de cada hogar en 1.200 dólares.

Los norteamericanos extraen el 45 por ciento del gas de su país de este modo y producen 22 millones de barriles de petróleo diarios. En los últimos cinco años las importaciones de petróleo y gas cayeron un 32 y un 25 por ciento respectivamente y se calcula que de ahora a 2020 el país se volverá un exportador neto.

De todas maneras, la fracturación hidráulica ha sido prohibida en el estado de Nueva York.

En Europa, esta técnica es cuestionada tanto por su rentabilidad como por su posible impacto ambiental. Francia ha prohibido por ahora la explotación de gas de esquitos, pese a que se estima que tiene 3,8 billones de metros cúbicos de gas y 4.700 millones de barriles de petróleo para extraer de esa forma.

A su vez el Parlamento Europeo exige un estudio de impacto ambiental previo para cualquier perforación.

A su vez, Europa tiene costo de explotación de esos recursos que son entre 50 y 100% superiores a los de Estados Unidos. Además, por los controles ambientales, mientras en Estados Unidos la media entre el inicio de la perforación y la explotación es de tres años, en Europa es de 10 años.

Las nuevas potencias petroleras

Estados Unidos y Brasil serán dos importantes actores del nuevo panorama de la energía en 2035, con nuevos recursos fósiles que permitirán hacer frente a la creciente demanda petrolera mundial, predijo este martes la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Impulsada por países emergentes como China o India, en particular en los sectores petroquímico y de transportes, el consumo mundial de crudo llegará en 2035 a 101 millones de barriles diarios (mbd), indica la AIE en su World Energy Outlook, su gran estudio prospectivo anual. Ello supone 14 mbd adicionales en un cuarto de siglo.

Es cierto que la producción de campos petroleros actualmente en actividad caerá en más de 40 mbd en 2035, y la parte del petróleo convencional en el consumo de oro negro se reducirá a 65 mbd, contra 70 mbd hoy.

Sin embargo, no por ello habrá crisis energética en ese futuro, tranquiliza la AIE, en parte gracias a Estados Unidos y Brasil: las reservas estimadas de petróleo han sido revisadas al alza gracias en parte al descubrimiento de nuevos pozos y yacimientos offshore de petróleo en Brasil, así como al desarrollo de hidrocarburos no convencionales, en Estados Unidos entre otros países.

“El aumento de petróleo no convencional y el gas de esquisto permitirá colmar el creciente abismo entre la demanda mundial de crudo y la producción de petróleo convencional”, asegura la AIE, el brazo energético de la Organización de Cooperación y de Desarrollo Económicos (OCDE).

Un nuevo mundo energético

Estos nuevos recursos llamados no convencionales convertirán a Estados Unidos ya en 2015 en el primer productor petrolero mundial (con 11 mbd), y conducirán al país (ahora tercer productor tras Arabia Saudita y Rusia) hacia la independencia energética, además de otorgarle una ventaja competitiva gracias a muy bajos precios energéticos.

Será cierto para el gas. “El precio del gas en Estados Unidos equivale a un tercio de los precios a la importación que se pagan en Europa, y a una quinta parte de los que paga Japón”.

Al mismo tiempo, la producción aumentará con fuerza en las costas de Brasil, gracias al descubrimiento de yacimientos offshore, que convertirán a este país sudamericano en uno de los pesos pesados del sector.

Ello no quiere decir que entraremos en una época de abundancia, advierte la AIE, que defiende los intereses de los consumidores.

En efecto, los precios del petróleo seguirán creciendo y la Agencia apuesta por que llegue a un precio medio de 128 dólares en 2035 (en dólares constantes), contra un entorno a 100 dólares actualmente.

El creciente rol de Brasil y la producción de petróleo no convencional en América del Norte, van a modificar, al menos temporalmente, la geografía de la producción mundial de petróleo. El peso de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que actualmente suministra 35% de la producción mundial, se irá reduciendo en los próximos diez años.

“Sin embargo, no creemos que esta tendencia (de aumento de producción de petróleo no convencional) proseguirá tras los años 2020. Alcanzará un máximo y luego declinará, debido al limitado tamaño de los recursos” advierte Fatih Virol, jefe economista de la AIE, en conferencia de prensa celebrada en Londres.

Así, Estados Unidos solo sería primer productor mundial durante unos diez años, por lo que “luego se necesitará un sustancial aumento de la producción en Medio Oriente”, añade, refiriéndose a este “segundo capítulo de la historia”.

La geografía de la demanda también quedará conmocionada con el desarrollo de los países emergentes.

“China se convertirá en el mayor consumidor de petróleo, por delante de Estados Unidos, en 2030, y el consumo de hidrocarburos en Medio Oriente superará el de la Unión Europea, también en esta fecha”, estima la AIE.

Frente a este nuevo panorama mundial, la capacidades de refinado serán transferidas hacia Asia o Medio Oriente, donde se concentrará la demanda.

“Desde ahora hasta 2035, creemos que cerca de 10 mbd de la capacidad mundial de refinado está en peligro. Las refinerías de la OCDE (países desarrollados) y de Europa en particular, se hallan entre las más vulnerables”, asegura la Agencia.

 

Fuente: Diario La Republica - 25/11/2013

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